domingo, 22 de janeiro de 2017

Para Virginia Woolf

Sentada a la orilla de un río me puse a pensar lo que las palabras quieren decir
A Virginia Woolf

No creo que dos personas hayan sido más felices
de lo que fuimos tú y yo
Aún recuerdo tu pregunta de niño bobo
¿por qué atardeces tan de día, Virginia?

Bajo un árbol en Rodmell, Sussex
ya me siento una sola
me sé una sola
me escribo en una única palabra
:
nombres de las ciudades que atraviesa el Ouse

No eran piedras
eran obstinaciones las que llevaba en los bolsillos
pequeños corazones que palpitaban por todo lo que fuimos
eran sueños tan pesados que hicieron que los pilares
se quebraran

Era una enorme catedral que no se soportaba
Profundas raíces que nunca tuve
se quitaron sus máscaras y de pronto
la gran novela se había escrito y yo me borraba

Qué fácil es extraviarse cuando se busca una en otro mundo
una comienza diciendo Había una vez un cuarto propio
y los pilares son usados para sostener ese Había

Pero quién gusta de pisar la tierra
cuando puede boyar tranquilamente en las olas del sueño

Querido:
Sentada a la orilla de un río
me puse a pensar lo que las palabras quieren decir

Me pregunto si sumergida
ahogando la respiración
el dolor es menos

Las piedras que cargo en los bolsillos
son ya todo lo que soy

Querido:
Cuando chocas dos piedras sumergida en el río
escuchas el dolor ahogado de las piedras   que vivas de muerte    cantan
podrás ignorarlas pero están allí
sometidas al destino de tus manos
sintiendo el experimento de dolor que quieres que otros sientan
que el mundo sienta

Entonces comienza a faltarte el aire
tus pulmones desesperados     se colapsan
y recuerdas      al fin
que hasta ahora      en cada gota
en cada ducha
en cada vaso
siempre habías estado coqueteando con el agua


Roselbet Toledo Mayoral , México (1991)

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