segunda-feira, 29 de setembro de 2014
sábado, 27 de setembro de 2014
Pés, mãos e luvas para os pés
Os pés
«Mil anos que eles ficassem
imóveis nem mesmo assim
os teus pés ganhariam raízes (...)»
Para se abandonarem às aventuras que os vossos pés vos encobrem desencarcerem-nos,
oferecendo-lhes depois o conforto e a cor destes objectos manufacturados que esta manhã iluminaram um jardim.
«Mil anos que eles ficassem
imóveis nem mesmo assimos teus pés ganhariam raízes (...)»
Para se abandonarem às aventuras que os vossos pés vos encobrem desencarcerem-nos,
oferecendo-lhes depois o conforto e a cor destes objectos manufacturados que esta manhã iluminaram um jardim.
Estrada de Santiago
«Todos somos peregrinos. Embora por vezes nos esqueçamos
dessa condição. E abandonemos as sandálias e o burel.
Mais cedo ou mais tarde temos de voltar à estrada(...)»
Jorge de Sousa Braga,Os pés luminosos, Centelha- Coimbra,1987
sexta-feira, 26 de setembro de 2014
quinta-feira, 25 de setembro de 2014
«Selfies», evidentemente...
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| Rodrigo Matos Silva «I'm so important!» -2008 |
 |
| Pedro Barbosa « seguindo o coração» |
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| Mena: «cabeça aberta às flores» |
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| João Mouro-2009 |
quarta-feira, 24 de setembro de 2014
Perenes ou sazonais?
As maleitas do Outono
(excertos)
III
Vêm os vinhateiros
de olhos arrastados
atiram com os chapéus
lamentam-se e alegram-se
I
Contagiam-se com os lábios
as maleitas epidémicas do outono
na minha cama cor de erva seca
bebo venenos de cobre queimado
Adnan Ozer (Turquia), As asas de orvalho dos ventos
(excertos)
III
Vêm os vinhateiros
de olhos arrastados
atiram com os chapéus
lamentam-se e alegram-se
I
Contagiam-se com os lábios
as maleitas epidémicas do outono
na minha cama cor de erva seca
bebo venenos de cobre queimado
Adnan Ozer (Turquia), As asas de orvalho dos ventos
Los amorosos
Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.
Jaime Sabines (México)
 |
| Julião Sarmento- do outro lado da mesa |
terça-feira, 23 de setembro de 2014
segunda-feira, 22 de setembro de 2014
Raios e coriscos...
 |
| Julião Sarmento, excerto
Relâmpagos
Como turbinas
Semelhantes a nervos
Ou como mãos
Terrível a
Sua velocidade
À medida que escrevem
No céu
Em tempo mínimo
Diagramas eléctricos
à meia-noite.
A sua beleza
Não tem fim
Arrepio que nos
percorre o corpo.
|
domingo, 21 de setembro de 2014
«Nós por cá,todos bem»- pelos vistos...
Ouçamos primeiro os/a Deolinda: teremos1explicação para o acontecido hoje, no Rossio...
 |
| António Dacosta: Deolinda, a adivinha |
«Passa por mim no Rossio,»
 |
| Chove na minha varanda |
 |
| Arman |
Canção
Chove na tarde.
E além, na orla da terra,
treme, crepita, estremece.
Tomba, retumba lá em baixo.
Cresce.
Papagos, América do Norte
(versão de Herberto Helder)
sábado, 20 de setembro de 2014
Pela saúde do planeta e pela tua saúde...
 |
| Trevos... de plástico ...comparece amanhã, às 16 h, no Rossio |
Folhas
Aos nossos pés folhas
Folhas era o seu nome
para nós
Quando as florestas ainda estavam de pé
Quando ainda o vento
as atravessava
Quantos atalhos
percorríamos
Quantas palavras
havia
Se eu lá fosse
E se eu lá fosse
e me rendesse
poisasse
os sapatos na calçada
arrancasse a camisa
amarasse
os pés e cobrisse
a cara e nenhum vento
caísse
sobre telhados e
pátios e nenhuma
noite extinguisse os
jardins luminosos
e se tudo ficasse
calmo
sempre só calmo
Hans- Ulrich Treichel, Como
se fosse a minha vida
sexta-feira, 19 de setembro de 2014
O que o turista não avista (II)
 |
| António Dacosta
(…)Shall I part my hair behind? Do I dare
to eat a peach?
I shall wear white flannel trousers, and walk upon the beach. I have heard the mermaids singing, each to each. I do not think that they will sing to me. I have seen them riding seaward on the waves Combing the white hair of the waves blown back When the wind blows the water white and black. We have lingered in the chambers of the sea By sea-girls wreathed with seaweed red and brown Till human voices wake us, and we drown.
T.S.Eliot, The
love song of J.Alfred Prufrock (excerto final)
|
O que a vista do turista não alcança...
 |
| Carlos Carreiro |
Crepúsculo na ilha
I
O dia morre como se adormecessem vozes
nas bocas dos animais
tecidas
num esvoaçar de sons
II
O lavrador vestido de suor
planta no bater da estaca
o gesto último
de quem prende à terra toda a sua vida
III
No cheiro a erva
um sonoro subtil soar de silêncio
brota um crepúsculo de flores esmagadas
IV
No ar
paira um odor calado a maresia
Marcolino Candeias, Na
distância deste Tempo, Lx, Ed. Salamandra
quinta-feira, 18 de setembro de 2014
Último quarteto -excerto-e os primeiros minutos de uma sonata
V
What we call the beginning is often the
end
And to make and end is to make a beginning.
The end is where we start from. And every phrase
And sentence that is right (where every word is at home,
Taking its place to support the others,
The word neither diffident nor ostentatious,
An easy commerce of the old and the new,
The common word exact without vulgarity,
The formal word precise but not pedantic,
The complete consort dancing together)
Every phrase and every sentence is an end and a beginning,
Every poem an epitaph. And any action
Is a step to the block, to the fire, down the sea's throat
Or to an illegible stone: and that is where we start.
We die with the dying:
See, they depart, and we go with them.
We are born with the dead:
See, they return, and bring us with them.
The moment of the rose and the moment of the yew-tree
Are of equal duration. A people without history
Is not redeemed from time, for history is a pattern
Of timeless moments. So, while the light fails
On a winter's afternoon, in a secluded chapel
History is now and England.(…)
And to make and end is to make a beginning.
The end is where we start from. And every phrase
And sentence that is right (where every word is at home,
Taking its place to support the others,
The word neither diffident nor ostentatious,
An easy commerce of the old and the new,
The common word exact without vulgarity,
The formal word precise but not pedantic,
The complete consort dancing together)
Every phrase and every sentence is an end and a beginning,
Every poem an epitaph. And any action
Is a step to the block, to the fire, down the sea's throat
Or to an illegible stone: and that is where we start.
We die with the dying:
See, they depart, and we go with them.
We are born with the dead:
See, they return, and bring us with them.
The moment of the rose and the moment of the yew-tree
Are of equal duration. A people without history
Is not redeemed from time, for history is a pattern
Of timeless moments. So, while the light fails
On a winter's afternoon, in a secluded chapel
History is now and England.(…)
T.S. Eliot, excerto de Little Gidding ,in Four Quartets
 |
| Miguel Rebelo |
quarta-feira, 17 de setembro de 2014
Na Alemanha- com Nina
Lágrimas da Natureza
Nuvens de pardais esvoaçando no céu
 |
| António Dacosta |
apresentam-se,
aberta a janela.
O vento sopra, o meu nariz congela;
Poucos escapes num fraco escarcéu.
Ah, então o sol começa a descer
Vermelho- dourado, como deve ser.
Olho a rua lá em baixo…que vejo eu?
Que aí passa um conhecido meu
Logo o coração me começa a pesar
Bastavam-me pássaros a esvoaçar;
E, se o céu me puser a contemplar,
A alma, que bom, vai doer também.
Natureza à noite, cidade tranquila
Alma torturada, lágrimas que correm
Tudo me esgota…e bem!
O vento sopra, o meu nariz congela;
Poucos escapes num fraco escarcéu.
Ah, então o sol começa a descer
Vermelho- dourado, como deve ser.
Olho a rua lá em baixo…que vejo eu?
Que aí passa um conhecido meu
Logo o coração me começa a pesar
Bastavam-me pássaros a esvoaçar;
E, se o céu me puser a contemplar,
A alma, que bom, vai doer também.
Natureza à noite, cidade tranquila
Alma torturada, lágrimas que correm
Tudo me esgota…e bem!
Continuo a lamentar-me, porém…
Aaaaahhh!
Nina Hagen
(a tradução é minha: ousadias!...)
No Japão- com mais Haiku / Haikais
Persistência
De tanto cantar
ter -se- ia transformado toda em voz?
Cigarra morta em sua casca.
A cigarra tanto cantou
que no canto desapareceu,
no chão o invólucro seu.
A capa do macaco
Com os primeiros aguaceiros
até os macacos desejam
uma capinha de palha.
Aguaceiro gelado de surpresa:
Até os macacos procuram
um capote de palha.
Bashô (1644-1694)
De tanto cantar
ter -se- ia transformado toda em voz?
Cigarra morta em sua casca.
A cigarra tanto cantou
que no canto desapareceu,
no chão o invólucro seu.
 |
| Miguel Rebelo: Pêndulo |
Com os primeiros aguaceiros
até os macacos desejam
uma capinha de palha.
Aguaceiro gelado de surpresa:
Até os macacos procuram
um capote de palha.
Bashô (1644-1694)
terça-feira, 16 de setembro de 2014
No Japão
Sinfonia em branco
Uma mulher lê uma carta
 |
| António Dacosta |
e florescências brancas
brilham à luz da lua.
Junto à pereira em flor
uma mulher que o luar empalidece
lê pensativa uma carta.
Buson (1715-1783)
 |
| António Dacosta |
Estrada da primavera
Quando olho para trás
há um vulto desconhecido
desfazendo - se em névoa…
Sempre que olho para trás
alguém que eu conheci
se perde na neblina…
Shiki (1867-1902)
segunda-feira, 15 de setembro de 2014
Burros e «chicos espertos»
 |
| Simpático animal de tracção, em vias de extinção |
o neoliberal
sonha um admirável
mundo fixo
de argentários e multinacionais
terratenentes terrapotentes coronéis políticos
milenaristas (cooptados) do perpétuo
status quo:
um mundo privé
palácio de cristal
à prova de balas:
bunker blau
durando para sempre - festa estática
(ainda que sustente sobre fictas
palafitas
e estas sobre uma lata
de lixo)
sonha um admirável
mundo fixo
de argentários e multinacionais
terratenentes terrapotentes coronéis políticos
milenaristas (cooptados) do perpétuo
status quo:
um mundo privé
palácio de cristal
à prova de balas:
bunker blau
durando para sempre - festa estática
(ainda que sustente sobre fictas
palafitas
e estas sobre uma lata
de lixo)
Haroldo de Campos, Brasil (19/8/1929 -
16/8/2003)
 |
| Trabalho de Arman |
domingo, 14 de setembro de 2014
Far-away
The far
field
I learned not to fear
infinity,
The far field, the windy cliffs of forever,
The dying of time in the white light of tomorrow,
The wheel turning away from itself,
The sprawl of the wave,
The on-coming water.
The far field, the windy cliffs of forever,
The dying of time in the white light of tomorrow,
The wheel turning away from itself,
The sprawl of the wave,
The on-coming water.
Theodore Roethke, The collected poems (Garden City, NY:
Doubleday, 1966)
 |
| António Dacosta |
 |
| Urbano |
sábado, 13 de setembro de 2014
Modos de ver
Utopia
Ilha
onde tudo se torna claro.
Chão
sólido debaixo dos pés.
As
únicas estradas são as que oferecem acesso.
Arbustos
curvando-se sob o peso das provas.
A
Árvore das Suposições Válidas cresce aqui
com ramos desentrelaçados desde tempos imemoriais.
com ramos desentrelaçados desde tempos imemoriais.
A
Árvore do Entendimento, deslumbrantemente recta e simples,
brota na primavera chamada Agora Eu Entendi.
brota na primavera chamada Agora Eu Entendi.
Quanto
mais espessos os bosques, mais vasta a vista:
o Vale dos Obviamente.
o Vale dos Obviamente.
Se
algumas dúvidas surgem, logo o vento as dissipa.
Ecos
agitam-se sem serem chamados
e pressurosamente explicam todos os segredos dos mundos.
e pressurosamente explicam todos os segredos dos mundos.
À
direita, uma caverna, onde o Significado repousa.
À
esquerda, o Lago das Convicções Profundas.
A verdade solta-se do profundo e move-se para superfície.
A verdade solta-se do profundo e move-se para superfície.
Inabaláveis
torres da Confiança sobre o vale
cujos pináculos oferecem uma excelente vista da Essência das Coisas.
cujos pináculos oferecem uma excelente vista da Essência das Coisas.
Apesar
dos seus encantos, a ilha está desabitada,
e as desvanecidas pegadas dispersas nas suas praias
apontam sem excepção para o mar.
e as desvanecidas pegadas dispersas nas suas praias
apontam sem excepção para o mar.
Como
se tudo o que pudesses fazer aqui fosse partir
e mergulhar, sem retorno, na profundeza das águas.
e mergulhar, sem retorno, na profundeza das águas.
Na
vida insondável.
Wislawa Szymborska(Polónia1923-2012),
From a large Number,1976
traduzido
por mim do inglês (S. Baranczak & C. Cavanagh), tendo também consultado
a tradução de Josette Monzani e A. Cesar Cavalcanti).
quinta-feira, 11 de setembro de 2014
Ladainha para um olhar
um ruído mineral
arrasta-me
arranca-me
acelera a minha partida
(nove estratos no meu voo)
A espiral
é uma desordem vasta
aproximo os meus ouvidos
é um metal
é um demónio
ruído
mineral
caio
de
máscara rumo a um sujeito andrógino a minha queda (arte
de pássaros/
voava como deus para as entranhas da dor/ como
uma
besta/ voava como um animal contorcido) o vento incisão
derramada
o meu olhar é devagar o veneno a minha incisão
é o
amarelo imóvel galope vermelho canto descontínuo
e
frágil
o teu olhar aponta
para outras litanias
Nota: a minha tradução não acompanha a disposição gráfica do texto original.
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